Sí existió la “Película maldita” de El Santo



El documental cuenta una gran historia del cine mexicano, a través de la familia Calderón


José Xavier Návar
El Universal
Sábado 07 de noviembre de 2009
cultura@eluniversal.com.mx

Primera Parte

Perdida, un documental de Viviana García Besné y Alistair Tremps (España-México, 2009), presentado recientemente en el Cuarto Festival de Cine Documental de la Ciudad de México, ha dejado al descubierto que verdaderamente existen los negativos originales de El vampiro y el sexo, donde las vampiras se mostraban al natural, así como la protagonista, Noelia Noel, que exponía generosamente sus senos para que Aldo Monti, “Drácula”, se rindiera.

La película de El enmascarado de plata, originalmente filmada a colores (conocida también en su versión blanco y negro y sin desnudos como Santo en el tesoro de Drácula), dirigida por René Cardona y producida por Guillermo Calderón Steel en 1968, salió al ajo para volverse Película maldita y de culto, gracias a unos stills publicados en el número 26 de la revista Cine hace 29 años.

Infructuosamente nadie, a no ser unos cuantos aquí, pudieron ver la versión con desnudos que iba para Europa y Estados Unidos y su mito alcanzó algunos artículos de fondo (y trasfondo del asunto) en un par de números de la revista Rolling Stone (el 28, de 2005 y el 42, de 2006) y uno reciente, de este año, en la revista Toma 3. Sin embargo, por justicia divina (o quién sabe si demoníaca), Viviana García tuvo a bien abrir sin y con permiso la bodega de su abuelo, Guillermo Calderón Steel y localizar los rollos de El vampiro y el sexo.

Luego de desempolvarlos y limpiarlos, Viviana ofrece por primera vez pietaje selecto del más pecaminoso (la edición que no iba para El Vaticano, según Aldo Monti) en Perdida que, desde ahora, será la referencia obligada de los fanáticos del “Fantástico Mexicano”, hasta que no salgan los DVD. Y para ellos dentro de un ámbito de producción fantástica que poco conocen de Calderón Steel una perla más que también encontró su nieta: la versión ultra-hard de La horripilante bestia humana y otros bonus hasta ahora no conocidos: Horror y sexo, El asesino loco y Los leprosos y el sexo.

Segunda Parte

Fuera de este bienvenido gancho al hígado de los amantes de cine fantástico mexicano, Perdida (que ofrece también y de viva voz de su productor la verdadera historia de la trilogía de La momia azteca, el plagio americano que sufrió las implicaciones dentro del horror de una versión de Santa Claus, bien alternativa, que también produjo), un trabajo que llevó cuatro años de investigación, búsqueda, documentación y filmación, cuenta en casi dos horas, en base a rollos de película viejos, papeles familiares y confesiones a la cámara, una fascinante historia del cine mexicano a través de su familia: los Calderón Steel (bisabuelo, tíos abuelos, abuelo…) una casta de especial linaje dentro de nuestro cine, ya que intervinieron como ningunos otros en todos los aspectos de la producción, manejos de estudios, distribución y exhibición de más de 200 películas.

La recuperación de la memoria familiar y cinematográfica en Perdida, resulta reveladora a lo largo de más de medio siglo de hacer cine y no deja de sorprender con lo que se narra, como por ejemplo, lo que refiere su abuela “Mate” (María Teresa) en el sentido de que su papá, José Calderón, había traído el cine sonoro a México y su relación con Walt Disney. También figuran verdades de sus tíos abuelos Pedro “Perico” y Guillermo Calderón; éste último habla y se defiende como los buenos por ser el inventor del Cine de Ficheras.

Perdida no debe quedarse estigmatizado como el documental que rescata los rollos de El Vampiro y el Sexo o que cuenta cómo nació el género de las ficheras y cómo evolucionó hasta convertirse en el más rentable del cine mexicano (con las sabrosas y directas anécdotas de implicados en el asunto como Sasha Montenegro, Rafael Inclán y Lyn May); con fantástico pietaje fílmico que rescata a las muchas Bellas de Noche, la película más emblemática del género, con sus cuerpos de tentación y sin el menor arrepentimiento.

No falta en el documental, como un verdadero hallazgo -cortesía de la gente de Televisa, que ayudó a Viviana y Alistair- el monumental y autoritario regaño que les metió el presidente Luis Echeverría en un desayuno en los mismísimos Pinos, a los productores de la iniciativa privada por hacer “películas indignas”, mandándolos groseramente a sus casas para que mejor se dedicaran a “hacer negocios de viudas”.

Las anécdotas que cuentan sobre el penoso episodio Enrique Vidal, Armando Silvestre y Antonio de Hud son de antología y no menos, el colofón que luego se le atragantó al exonerado por la matanza de Tlatelolco, ya que, su propio hermano, Rodolfo (de Anda) Echeverría, fue el que financió a Guillermo Calderón con dinero destinado a películas digamos, más intelectuales como ¡Bellas de Noche!

Tercera Parte

¿Y qué decir de todas las demás historias que hacen una maravilla de Perdida y que son, entre otras: La exhibición de Santa, la última entrevista a Ricardo Montalbán (el amor de su abuela “Mate”, que frustró su bisabuelo), las que se corren de la “Dinamita” Lupe Vélez, cuando vino a filmar La Zandunga. Las historias de los primeros desnudos en el cine mexicano (La Fuerza del Deseo, La Diana Cazadora, contadas por Ana Luisa Peluffo. La primera película mexicana -Juventud Desenfrenada- que mediante su tío-abuelo “Perico” Calderón combinó el naciente rocanrol con el primer desnudo juvenil -el de Aida Araceli- de la época).

La cineasta cuenta también los múltiples romances de sus tíos abuelos con las estrellas de aquellos tiempos.

La historia de cómo el abuelo de la directora del documental, Jorge García Besné, produjo en Cuba las dos primeras películas de El Santo (en las que hacía constantes cameos) y la primera película mexicana de ciencia ficción en tercera dimensión La Diosa de Marte, que se quedó en proyecto, luego de que el mandamás de los Calderón casi lo retira de la producción como castigo velado por mujeriego.

No podía faltar la música: Agustín Lara, Pedro Vargas… en el cine producido por Guillermo Calderón y las divertidas anécdotas que cuenta del “Flaco de Oro”. Pero nada como el episodio de Ninón Sevilla (cine de rumberas incluido y juicio televisivo a Pérez Prado, por fingir demencia acerca de quién verdaderamente lo trajo a trabajar a México), con su tío “Perico” y los matices que críticos y gente de cine como David Ramón, Mauricio Peña y Fernando Muñoz, hacen de él.

Antes del ocaso del cine mexicano y el cierre, destrucción y olvido de sus cines (incluidos los de la dinastía Calderón) no se omiten los episodios de los extraños “procedimientos de compra” de sus 36 salas: El Cine Alcázar, El Plaza… por monopolio Jenkins/Alarcón y luego cuando éste cambió sólo de dueño con el “Plan Garduño” para seguir siendo lo mismo. Como bien dice su abuelo en el documental: “Con el gobierno no se puede”.

3 comentarios:

  1. Vivianuca!!
    Que increible :) Estoy orgullosisisimoa de ti caray! Me da mil gusto ver que el documental sea todo un exito. Se merecen el exito Alistair y tu! Te mando un abrazo desde Australia :)
    Mariana

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  2. hola, quisiera saber en donde puedo comprar el documental, hace tiempo lo vi en canal 11 pero ya estaba a la mitad , FELICIDADES POR TAN VALIOSA OBRA¡¡¡
    GRACIAS Y ESPERO SU COMENTARIO , MI CORREO ES clubveinte@prodigy.net.mx . tambien en youtube existe mucha gente interesada en la compra.
    ME DECLARO FAN DE TAN HERMOSA OBRA JEJEJE

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  3. ¿En dónde puedo comprar el DVD del documental?

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